Revelación

Apenas y recuerdo como llegue aquí, mis oídos zumban con fuerza, pero aun puedo escucharlos a lo lejos; el húmedo bosque golpea sus frías ramas sobre mi cuerpo y en mi cara el sudor gotea con fuerza; esta oscuro y apenas puedo caminar, veo mis pies y mis abatidos zapatos se atascan en el suelo, hojarasca y lodo se mezclan debajo de mi. ¿Eh?, ¿qué fue ese ruido?. Volteo hacia atrás y solo veo la maleza y ramas del bosque oscuro que inunda mi conciencia con su negrura; avanzo un poco más, el dolor en mi brazo se reduce a cada minuto, ¿con qué me hice semejante herida? no recuerdo; imágenes pasan por mi cabeza, un tumulto de pensamientos inquietantes que solo perturban mi intriga y razón. ¡Ah!, aun duele un poco al tocar la herida con mi mano, la sangre impregnada en mi palma apesta… ¿eh?, otra vez esos ruidos, ¿qué es eso que me sigue por el bosque?, al voltear solo distingo siluetas entre las ramas, ¿personas? no… se mueven como animales, erráticos y rabiosos.

¿Qué es eso al frente?, ¿una luz?; estoy cansado de correr por este bosque, acorto el paso, ya no puedo estirar mis zancadas; mis piernas comienzan a sentirse entumidas, el terreno me dificulta el caminar y con cada paso siento un terrible cansancio que invade todo mi ser. Si, hay una luz al frente, es una pequeña cabaña en medio de este terrible bosque; huelo la madera mojada de la construcción, percibo la cálida sensación de una chimenea, la luz proviene de las ventanas ¿hay alguien ahí?, intento mirar a lo lejos, pero se me dificulta, empiezo a ver borroso, tal vez sea el cansancio o la humedad, o el miedo que me sigue detrás; volteo de nuevo ¿qué veo?, sin duda son personas, ¿pero qué?, ¿un par pasaron al otro lado de la cabaña?, casi estoy ahí.

Llego a la pared de madera de la cabaña, me recargo por un instante, sintiendo la fibrosa textura en mi cachete, por un instante pienso en aquellos días que me gustaba recostarme en el fresco pasto del jardín. ¿Gemidos?, suena como si a alguien lo tomaran por la garganta y estrujaran; debo moverme… golpeo la cabaña con mis débiles brazos, rasgo y siento como mis uñas se entremeten en la madera, grito…

No escucho mi voz, trato de gritar lo más fuerte que puedo pero, nada, no escucho mi voz; el miedo paraliza mis cuerdas vocales, me muevo a lo largo de la pared e intento ver por la ventana; no veo claramente, están tapadas con maderos, ¿porqué taparían sus ventanas?. Escucho algo dentro, si, varias personas discuten sobre algo, escucho a una mujer gritar desesperadamente alegando algo con los demás, no les entiendo, sus palabras son solo gritos sin estructura, veo como las sombras se proyectan dentro por el fuego de la chimenea ¿o tal vez sea por las luces de lámparas?, no importa, forcejean por algo, ¿qué es?.

¡Ah!. Mis oídos retumban con gran fuerza, ¿qué fue ese estruendoso sonido?, una explosión, un balazo. Pero, ¿a que le disparan?. Ah, encuentro una forma de entrar, una abertura por la pared que puedo atravesar, mis dedos caben y siento como casi estoy dentro, grito por ayuda, tan fuerte como puedo, ¡ayúdenme por favor!. Si… logré meter la mano, ahora si tan solo… ¡Ah!, de nuevo otro estruendo. Jala, jala fuerte, vamos tu puedes… no puedo…

La madera esta firme, no puedo abrirla. ¡Por favor, ayuda!, mi desesperación crece, estoy tan cerca de la salvación. Qué olor tan repugnante, ¡eh!, algo me empuja, no puedo voltear, necesito entrar ¡ya casi!, la madera cede ¡vamos!, casi puedo arrancar un trozo, si quito este pedazo tendré suficiente espacio para entrar. Si, ¡éxito!, puedo ver el interior de la cabaña, pero ¿no entiendo?. ¿A que le disparan?, una mujer me mira y aterrorizada grita con gran fuerza; mis oídos se lastiman con semejante sonido, intento decir que esta bien, soy un amigo. ¡Ah como duele!, me sostengo la cabeza tratando de tapar la confusión; ya todo esta aquí, el miedo, el ruido, el estruendo, ¿qué pasa ahora?. Muchas personas entran a la cabaña, ¡o no!, han pateado una lámpara; la luz danza con furia y me marea, no entiendo que me invade, una fuerza, una sensación de desesperación, mi cabeza da vueltas y veo todo alrededor, el techo, el suelo, todas las personas danzan al compás de la luz rota.

En la pared un espejo, volteo y miro, pero… ¿qué es lo que veo?. No puedo ser yo, estoy demacrado, ojeroso, pálido y mórbido, de mi boca se derrama un líquido negrusco, no lo había notado, lo limpio con mi mano ¿sangre?. Ahora entiendo, veo a mi alrededor y ahora entiendo. Veo un fulgor de la escopeta y como el impacto lanza a una persona fuera de la cabaña, otra de ellas ataca sin piedad a la mujer que me gritó, la ataca salvajemente como una bestia desdichada y terriblemente agresiva. ¿Qué me pasa?, ahora lo entiendo, el miedo y la desesperación se vuelven en calma, la sensación que me perturbaba, ahora me da fuerza, ¿qué puedo hacer?, solo verme al espejo y gritar.

Con ese grito, agudo y desesperante, se desvanece lo último que existía de mi humanidad, y volteo a la orgía de sangre, dolor y hambre ¿qué más puedo hacer sino unirme al festín?. Después de todo… solo soy un zombie.

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